Hua Tuo escribió:
"El cuerpo humano necesita trabajar y moverse, pero no es conveniente sobrepasar sus límites. El movimiento y el trabajo muscular contribuyen a evacuar el exceso de gases, hacen que sea fluída la circulación sanguínea y posibilitan una cierta inmunidad general frente a las enfermedades. Esto es: como el eje de la puerta que no se pudre nunca por hallarse en constante movimiento. Los sabios antepasados nos enseñan que uno puede alcanzar la longevidad si se mueve tal como lo hacen en la naturaleza el oso y el águila". "Cuando sientas alguna molestia física, comienza a practicar la gimnasia de los cinco animales o la de uno de los cinco y no dejes de hacerlo hasta romper a sudar, de modo que la cara te brille y se despierte tu apetito".
Los ejercicios de los Cinco Animales combinan la mente, la figura y la respiración. En estos ejercicios es necesaria una integración total y completa de mente, espíritu, cuerpo, respiración y movimiento. Los movimientos han de ser ágiles, espontáneos y flexibles. Hay que respirar de modo profundo y rítmico de acuerdo con los movimientos y actuar con el espíritu del animal cuyo movimiento se realiza.
El Tigre con sus ojos brillantes, corre a saltos o gira el cuerpo tan rápidamente como el relámpago, mostrando sus poderosas garras; el Ciervo, en tanto, manso y obediente, se mueve con firmeza y agilidad al correr o permanecer quieto, con tanta gracia que uno se ve impulsado a amarlo; el Mono travieso, ora trepa a un árbol para recoger frutas, ora mira para allá o para acá, mostrando una inteligencia casi humana; el Oso, gordo, es un animal que parece torpe pero sereno, y sin embargo sus movimientos hacen que uno se libre de preocupaciones y se expanda su caja torácica; la Grulla que extiende las alas, se dispone a arrancar el vuelo, una vez alcanza el cielo deja de verse, escondida tras las nubes, para aparecer después por entre ellas tal como una figura del algún dios celestial.
Hay diferentes series de ejercicios correspondientes al juego de los Cinco Animales con variantes, tal como ha habido diferentes escuelas y familias en las que se ha desarrollado y transmitido esta práctica a lo largo de los siglos.
El Tigre
Es poderoso, heroico y arrogante; nunca es cobarde. Hay que imitarlo en su espíritu, que se expresa por los ojos, y en su porte, que se expresa por las garras; la fuerza corporal, en la realización de la práctica, debe aunar lo flexible y lo duro a la vez, y la figura debe ser una combinación de tranquilidad y movimiento.
En lo interior, flexibilidad; en lo exterior, dureza.
Al moverse, como el huracán; al pararse, como la luna.
Se ha de mostrar su poderío al lanzarse al combate.
El Ciervo
En la imitación del ciervo, lo más importante es la flexibilidad y la espontaneidad, evitando al máximo las posturas cohibidas y la tirantez. Se debe mostrar agilidad y vivacidad tanto al enderezar el cuello como al desplazarse hacia adelante.
Ninguna obligación ni sentimiento de agobio.
Saltar, asomarse y erguir el cuello.
Hacer que el aire en la respiración llegue hasta la cola del ciervo
y flexibilizar los tendones.
El Mono
Es despierto y ágil, nunca está perplejo. El mono se caracteriza por mostrarse siempre muy vivo y veloz. Al ejecutar los ejercicios a imitación de este animal, hay que conservar sin embargo la tranquilidad y el control de los movimientos, es decir, será preciso ejercitar la tranquilidad interna y la agilidad externa.
Los saltos serán rápidos como el viento,
La recogida de frutas parecerá natural,
No existe la pereza en el mono.
El Oso
Su enorme peso le ayuda a caminar serenamente, no existe en él ninguna ligereza. El oso, sin embargo, se caracteriza por la agilidad que manifiesta aun en los movimientos aparentemente más torpes. Los ejercicios principales que ejecuta el oso son aquellos referidos a girar sobre sí mismo, tirar de algo o empujar algo utilizando la fuerza de los hombros, debiendo, por lo tanto, en la realización del movimiento concentrar la fuerza interna en los hombros y en la cintura, para dar la impresión de que el oso es torpe, no ligero ni flexible.
Destaca lo liviano pese a la gordura y la aparente torpeza,
Los ejercicios del oso se ejecutan concentrando la fuerza en los hombros.
El aire se baja hasta dantien.
La Grulla
La grulla vuela aleteando ligera y serenamente, nada en ella indica pesadez y estancamiento. Al ejecutar los movimientos a imitación de esta ave, es necesario dejar translucir su arrogancia y altivez, la naturalidad se debe expresar tanto en las "maneras de volar" como en las formas estáticas.
Vuela por entre las nubes.
Suele detenerse solitaria en un punto.
No muestra signos de pesadez ni al volar ni al descender.